Siempre pensamos que los obstáculos arquitectónicos para las personas con problemas de movilidad se encuentran en la calle o en zonas públicas. Sin embargo, las viviendas o los edificios también pueden ser un calvario para ellos. Como empresa especializada en la comercialización de plataformas salvaescaleras en Madrid, sabemos que adaptar un baño para que sea accesible puede ser una tarea compleja, pero es fundamental para garantizar la libertad de movimiento y la seguridad de estos usuarios.

Los baños son uno de los principales desafíos de accesibilidad dentro de una vivienda. El acceso a los sanitarios y a la bañera puede representar un problema para personas mayores o con movilidad reducida. La clave está en adaptar las instalaciones para garantizar tanto la accesibilidad como la ergonomía de la vivienda, mejorando así la calidad de vida de sus habitantes. El objetivo final no debe ser otro que proporcionar seguridad, salud y bienestar.

Hacer de un hogar un entorno accesible puede evitar accidentes y problemas de gravedad, especialmente en niños, personas de avanzada edad o personas con discapacidad. Adaptar el baño a este tipo de usuario puede ser una tarea compleja, por lo que es recomendable consultar con un equipo profesional que asesore y ayude en todo el proceso.

Desde Salvaescaleras Madrid, queremos ofrecerte algunos consejos a tener en cuenta a la hora de hacer tu baño accesible:

Adaptar el espacio: Es fundamental que un usuario en silla de ruedas pueda moverse con facilidad dentro del baño. Si el espacio es reducido, se debe considerar la posibilidad de ampliarlo para mejorar la maniobrabilidad.

Modificar la puerta: Muchas veces las puertas del baño son más estrechas de lo recomendable. Para que una silla de ruedas pueda pasar sin problemas, la puerta debe tener una anchura mínima de 0,80 metros. En estos casos, una puerta corredera es la mejor opción para optimizar el espacio.

Sanitarios adecuados: Es importante que los sanitarios permitan la mayor aproximación posible a una silla de ruedas. Además, deben contar con una altura adecuada para que el usuario pueda utilizarlos con comodidad. Se recomienda sustituir la bañera por un plato de ducha, que debe estar al mismo nivel que el suelo para evitar obstáculos. También se debe dejar espacio lateral para la silla y considerar el uso de grifos y lavabos a una altura accesible.

Barras de apoyo y superficies antideslizantes: Instalar barras de apoyo cerca del inodoro y la ducha facilita la movilidad y la estabilidad del usuario. Asimismo, los suelos deben ser antideslizantes para minimizar el riesgo de caídas.

Iluminación y accesibilidad: Una correcta iluminación es clave para mejorar la seguridad. Se recomienda la instalación de luces LED con sensores de movimiento para facilitar su uso. Además, se pueden implementar espejos inclinables y accesorios accesibles para mayor comodidad.

Hacer que una vivienda sea accesible no solo beneficia a personas con movilidad reducida, sino que también mejora la calidad de vida de todos los habitantes. Adaptar el baño a las necesidades específicas de cada usuario es una inversión en seguridad y bienestar.