Las rampas para sillas de ruedas son una de las soluciones de accesibilidad más empleadas en portales y tramos pequeños de escaleras. Actualmente, en el mercado podemos encontrar una gran variedad de modelos, tanto fijos como portables, y fabricados en diferentes materiales. Son una alternativa para locales, comunidades de vecinos, etc. Pero, como empresa especializada en sillas salvaescaleras en Madrid te contamos que no todas las rampas son válidas para mejorar la libertad de movimiento de las personas con limitaciones de movilidad.
Condiciones de accesibilidad para rampas
El sistema parece sencillo, pero según la normativa la rampa deberá responder a diferentes factores para ser accesible: una anchura mínima, una determinada superficie, etc. Antes de adquirir una rampa debemos tener en cuenta que su función será el acceso para personas en sillas de ruedas, por lo que esta deberá servir para dar respuesta a sus necesidades y movimientos.
Durante mucho tiempo se crearon rampas sin tener en cuenta las necesidades para las personas con movilidad reducida, por lo que no cumplen con los requisitos de accesibilidad. Lo cierto es que, todavía hoy, existe cierta confusión sobre los requisitos que estos elementos deben de cumplir. Para solventar estos problemas desde la Administración se estipuló una normativa:
- La superficie de la misma deberá ser antideslizante para que la silla no patine o derrape.
- Los laterales cuentan con una especie de bordillo para evitar la caída de la silla por este hueco.
- La zona de acceso y desembarque de la rampa deben contar con una zona espaciosa para permitir la maniobra de la silla. Facilitando un acceso cómodo a la rampa.
- La superficie de la rampa tendrá que estar nivelada para evitar caídas y vuelcos.
- La rampa contará con ancho mínimo de 120 centímetros.
- También, tendrá que contar con pasamanos a cada lado, para facilitar el acceso de la persona en silla de ruedas a la rampa. Sobresaldrán 30 centímetros de la rampa y su altura se situará entre los 90 y los 105 centímetros.
- No deberá tener más de 9 metros de largo.
Desde Salvaccesos y Elevación queremos destacar que el grado de inclinación es uno de los factores más importantes para la comodidad de las rampas en cuanto a su uso. Si la pendiente es demasiado pronunciada las personas con problemas de movilidad podrían tener problemas para superarla, poniendo en riesgo su estabilidad.