Las orugas salvaescaleras son una de las soluciones de accesibilidad más solicitadas por las personas con movilidad reducida. Cumplen a la perfección su objetivo: permiten alcanzar zonas a diferente altura, sin mayor dificultad. Pero, sobre todo, la clave de su éxito reside en el hecho de que son portátiles. Es decir, pueden llevarse de un lugar a otro para salvar obstáculos arquitectónicos en cualquier lugar. Además, hacen posible salvar los desniveles sin alterar la apariencia de las escaleras y sin necesidad de obras.

Otra de las razones por la que las orugas destacan sobre otras soluciones salvaescaleras es que permiten alcanzar la posición de destino de forma mucho más inmediata y sencilla. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que las orugas son la versión portable de un sistema salvaescaleras. Por su parte, las sillas y las plataformas son una solución fija que suele colocarse en nuestra propiedad, pero muchas veces nos encontramos obstáculos en plena calle que nos impiden el paso y merman nuestra libertad de movimiento.

Estas orugas pueden utilizarse en casi cualquier tipo de escaleras y usarlas varias veces al día en diferentes desniveles. Además, algunos modelos de estas soluciones salvaescaleras se pueden desmontar fácilmente para llevarlos más cómodamente de un lugar a otro. No ocupan gran cantidad de espacio, por lo que se portan fácilmente y permiten superar escollos en la calle, establecimientos comerciales u otros edificios que no se encuentren adaptados para las personas con problemas de movilidad.

Desde Salvaccesos y Elevación queremos destacar las ventajas de esta solución de accesibilidad, pero también es cierto que antes de hacerse con una, habrá ciertos aspectos que es necesario tener en cuenta. Por ejemplo, para su uso siempre dependeremos de una persona que nos ayude para colocar la silla de ruedas y conducir el aparato. Este factor puede suponer una pérdida de autonomía del usuario, factor por el que el uso de las orugas sólo se recomienda para trayectos cortos y usos puntuales.

Los sistemas de seguridad son elevados, en primer lugar habrá que colocar la silla de ruedas sobre el aparato y asegurarla mediante el uso de un cinturón de seguridad. Posteriormente, usaremos el mando para desplazarnos, teniendo en cuenta que deberemos pulsar un botón para subir y otro para bajar. Es importante mantener la velocidad constante para que no se produzcan movimientos bruscos.

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